Becerro de oro Mientras Dios entregaba en el monte las tablas de la ley a Moisés, el pueblo se impacientó en su espera y acudió a Aarón, hermano mayor de...
Becerro de oro Mientras Dios entregaba en el monte las tablas de la ley a Moisés, el pueblo se impacientó en su espera y acudió a Aarón, hermano mayor de Moisés, para que les hiciera un dios. Aarón les pidió sus pertenencias de oro para fundirlas y hacer un becerro al que erigieron un altar y ofrecieron sacrificios. En la escena se muestra al pueblo celebrando y dando ofrendas al becerro, que en este caso refiere a la idolatría, que es la adoración a las imágenes de las deidades y el culto a las cosas, lo que molesta a Dios. Moisés arroja las tablas Cuando Moisés descendió del monte Sinaí con las tablas de la ley escritas por Dios, encontró al pueblo en el campamento cantando y bailando alrededor del becerro. Esto causó su enojo y arrojó las tablas al suelo provocando que se rompieran. Quemó y molió al becerro, y el polvo diluido en agua se lo dio a beber a los israelitas; luego habló con Aarón sobre lo sucedido. Lanzar las tablas es el acto donde Moisés asume que el pueblo de Israel rompió su pacto con Dios.