Esta escena nos presenta a Jesús y a Juan el Bautista. Jesús, de pie y con la cabeza agachada, recibe el agua del bautismo, agua que regenera y limpia el...
Esta escena nos presenta a Jesús y a Juan el Bautista. Jesús, de pie y con la cabeza agachada, recibe el agua del bautismo, agua que regenera y limpia el espíritu y el cuerpo. Juan, provisto de aureola y báculo, derrama el líquido sobre la cabeza de Jesús. La aureola destaca su espiritualidad, y el báculo le confiere el poder de quien tiene conocimientos superiores. El Evangelio de Lucas nos dice que Jesús estaba haciendo oración después de ser bautizado, cuando se abrió el cielo y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma de paloma. En seguida se oyó una voz que dijo: “Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia”. La corona alude al contacto con lo celeste, la túnica blanca representa la pureza, y el bautismo simboliza el inicio de la vida mesiánica de Jesús.