Este relato apócrifo narra la infancia y adolescencia de María enfatizando su pureza. Las plegarias de Ana y Joaquín a causa de su esterilidad fueron escuchadas por Dios, quien les envió a una hija que nombraron María, y que sería la futura madre de Jesús. Los padres alaban a Dios agradeciéndole sus bendiciones. En la escena está representada María de niña junto a su madre Santa Ana, mientras San Joaquín alimenta a las aves. Los tres portan aureolas que designan la gracia de la perfección.