Este pasaje no está presente en ninguno de los cuatro evangelios; sin embargo, se conoce que José era artesano –carpintero–, profesión que posiblemente enseñó al pequeño Jesús. Los oficios y técnicas manuales eran heredados y se aprendían en el taller familiar; el padre era el responsable de transmitirlo a su hijo, inculcando que el trabajo es bueno y necesario. En la escena se representa a José en su labor artesanal con los utensilios de quien trabaja la madera.