La escena muestra a Tobit, buen hombre que quedó ciego, con su hijo Tobías y el arcángel Rafael, quien se presenta como Azarías al guiar al joven a la ciudad de Nínive por encargo de su padre para recoger la fortuna familiar. En el viaje, Tobías es atacado por un pez; Azarías le aconseja matarlo y guardar sus vísceras que curarán la ceguera de su padre, y terminarán con la maldición de Sara, viuda siete veces, quien será su esposa por intenciones de Dios. Rafael atendió las plegarias de Tobit y Sara porque su fe fue acogida por Dios.