Los magos llegaron a Belén con gran alegría guiados por la estrella de Oriente. Entraron a ver al niño Jesús que estaba con María y lo adoraron obsequiándole oro, incienso y mirra, regalos que poseen una carga simbólica. El oro representa el metal más precioso, el incienso eleva las plegarias al cielo; y la mirra se empleaba para elaborar perfumes y ungüentos y también para embalsamar a los muertos, siendo así símbolo del hombre. Posiblemente el número de presentes dio origen a la leyenda de los tres Reyes Magos.